Dentro de este marco, el proyecto estrella, es la implantación de la planta de gasificación María del Pilar. Según los técnicos del proyecto “esta planta valoriza los residuos de cualquier naturaleza para producir energía eléctrica, garantizando que cualquier residuo contaminado, y de cualquier nivel de toxicidad puede ser tratado con la absoluta seguridad de que ningún elemento tóxico pasará a la naturaleza. Es la ley y los límites legales los que dan la seguridad a los ciudadanos, con lo que la planta sólo puede trabajar bajo la ley. Demostramos técnicamente que la planta es un proceso de gasificación, las diferencias y ventajas tecnológicas entre un proceso de gasificación y una incineradora, así como la explicación técnica y química del porqué se estará en unas emisiones gaseosas en dioxinas y furanos por debajo de la más estricta normativa europea (0,1ngr/Nm3)”. Por su parte, la Plataforma ciudadana “Guadiato Sostenible”, contrasto la información de la empresa con informes oficiales de distintas instituciones a nivel mundial y cómo este tipo de empresas han ido fracasando en los diferentes sitios del mundo donde han querido implantarse, afirmando que “Los informes que las empresas promotoras escamotean son los riesgos que para la salud, el medioambiente, el desarrollo sostenible de la comarca y la lenta pero inexorable despoblación, suponen las emisiones de los residuos que incineran y lanzan a la atmósfera, se respiran, se fijan en el suelo y pasan a las plantas y al ganado, se vierten a las aguas que acaban en los pantanos. Porque hemos de denunciar, con el mayor de los pesares, que en este caso lo más sorprendente, el argumento más poderoso que se esgrime es que el proyecto de incineradora cuenta con Autorización Ambiental Integrada (AAI/CO039) emitida por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía firmada por su delegado provincial, en una decisión que nos ha dejado perplejos. En esa Autorización cualquier ciudadano puede consultar la variada tipología de los 147 millones de kilos de basura tóxica que tienen proyectado almacenar y quemar. Pregunten a agricultores y demás empresarios por el calvario que han de sufrir en la tramitación de cualquier expediente que implique la intervención de los del "miedo ambiente", como suelen llamar a esa consejería, que ha perdido la escasa credibilidad de que gozaba, y comparen con la alfombra roja que le han puesto a los de la incineradora de marras”.
Ante tal disyuntiva, Aurora Rubio, ha expresado que “en un tema tan importante para el pueblo de Belmez y la comarca del Guadiato, mi postura rotunda estará con la ciudadanía, apelando siempre a la soberanía del pueblo y a la participación social en la toma de decisiones que afectan poderosamente al futuro de una zona, que aunque este deprimida no aceptara empleo a cualquier precio. Como alcaldesa, pero más aún como ciudadana de Belmez y madre de familia, si existe la mas minima duda de que la instalación de la planta tiene efectos nocivos para la salud, mi rechazo es absoluto. Este equipo de gobierno, como hasta ahora, siempre va a estar del lado del pueblo, por eso, si no hubiese posicionamientos claros estaríamos dispuestos a hacer una consulta popular, para que sea la ciudadanía la que decida. Para ello organizaremos unas jornadas en la Escuela Politécnica, dando así oportunidad a que se escuchen todas las opiniones y sean un punto de reflexión seria sobre el tema”.
Presentación de proyectos en Belmez.
