Alejandro
López Andrada, presentaba ayer en el Complejo Residencial Municipal de Belmez
su última novela, “Los Ojos de Natalie Wood”, de la Editorial Páramo. Nacido en
Villanueva del Duque, localidad de la que es Hijo Predilecto, congregó a amigos
belmezanos de su juventud. El acto fue presentado por la Alcadesa, Aurora
Rubio, que destacó la humildad del escritor, la personalidad de su pluma y las
lecciones de ilusión y humildad que ofrece en cada una de sus intervenciones.
Enrique
González, de la Editorial Páramo fue el primero en intervenir, realizando un
breve recorrido por el trabajo que realiza la editorial a día de hoy tanto con
Alejandro como con otros escritores.
Acompañaba
a Alejandro su amigo, Serafín Pedraza, que introdujo la novela, cuyo eje vertebrador
es Natalie Wood, actriz cuya trayectoria fue trágica. La inspiración para la
novela llegó cuando Alejandro recordó que, con sólo 9 años, se quedó
maravillado de la belleza de esta actriz. Personajes ficticios y reales se entremezclan
en esta novela. Un joven
enamorado que sólo es capaz de recordar el futuro, un lugar perdido en la
memoria (Minas de Diógenes), un hecho que cambiará su modo de ver el mundo… una
novela de amor, erotismo, misterio y perdón en perfecto contrapunto con la
soledad del mundo virtual y la búsqueda de la propia identidad dan como
resultado una obra contundente, cargada de estilo, originalidad y personalidad.
Tras cinco años de intenso trabajo, esta es la culminación de su obra literaria.
Una de
las cuestiones que más destaca de los libros de Andrada es que siempre escribe
sobre su tierra, sobre Los Pedroches y el Norte de la Provincia de Córdoba,
pues como él señala “necesito escribir de los lugares que conozco, y considero importante
escribir lo que realmente quiero”.
El
acto se clausuró con la actuación de los Imperiales, grupo de rock belmezano,
cuyos integrantes son amigos del autor, y aparecen en la novela, pues le
deslumbraron el final en un ensayo previo a una actuación que tuvieron en
Belmez. De hecho, el personaje protagonista, viaja a Belmez para ver a los
Imperiales.